Mudarse de país

Si te has mudado al extranjero sabes que supone un gran cambio, ya lo hayas hecho por necesidad vital o por simple curiosidad, te conlleva una serie de esfuerzos a los cuales a veces puede que no estés totalmente preparado o incluso que ignorases cuando decidiste dar el paso de mudarte a otro país. 

Ser reconocido y pertenecer al grupo son dos de las grandes cosas que tanto tú como cualquier otra persona necesita; y puede ser que sea algo que muchas veces eches en falta si vives en el extranjero, ya que al principio es muy probable que te encuentres solo o en todo caso con una vida social muy reducida. Además del hecho de que te tienes que adaptar a una nueva cultura, unas nuevas costumbres y, muchas veces, a un nuevo idioma. 

Por eso, a menudo, es probable que busques esa sensación de pertenencia refugiándote entre los tuyos, es decir, con grupos de personas de tu mismo país que también han decidido emigrar. Esto por supuesto es un gran apoyo y puede ayudarte mucho para paliar el sentimiento de soledad, aunque hay veces que también puede conllevar una brecha con la cultura del nuevo país, ya que puede llevarte a encerrarte en ti mismo sin estar abierto a conocer tu nuevo país de acogida. 

La adaptación al nuevo país no es solo que te adaptes a otras costumbres, a un idioma diferente o a una burocracia distinta, la adaptación también supone acostumbrarte a una manera nueva de vivir tu cotidiano, donde puedes encontrar diferencias abismales en el simple hecho de ir al supermercado y no encontrar los ingredientes que sueles utilizar para cocinar un plato.

A veces, a esta adaptación se le añade el cambio de idioma y con ello el no poder encontrar las palabras para expresarte en esa nueva lengua que te resulta extranjera. Incluso si hablas casi a la perfección el segundo idioma, puede ocurrirte que haya emociones o sentimientos que no sepas expresar con tanta claridad como en tu lengua materna, o puede que te des cuenta de que la palabra o expresión exacta para algo que forma parte de tu vocabulario cotidiano no existe en ese otro idioma. 

Tampoco hay que olvidarse del duelo que al mismo tiempo estás haciendo de tu propio país de origen, dónde has dejado unas costumbres, una familia, unos amigos, unos recuerdos, unas maneras de hacer… Y un duelo siempre significa una pérdida de algo y esto puede estar acompañado de ciertas emociones o sensaciones como la tristeza o el desamparo. 

Mudarse de país nunca es sencillo y a veces, por muchas ganas que tengas, sean las razones que sean las que te hayan llevado a ello, puede ocurrir que la adaptación te sea muy complicada y te surjan un montón de dudas, como el que te preguntes si has tomado la decisión adecuada o te has equivocado. También puede ser que una sensación de soledad te invada o que te sientas totalmente fuera de lugar. 

La adaptación a un nuevo país siempre lleva tiempo y por supuesto también cierto esfuerzo por tu parte. Algunas cosas que puedes hacer para facilitarte un poco la adaptación son: 

  • Intenta no quedarte anclado en la idea de que lo que has dejado atrás en tu país de origen es mejor que lo que tienes ahora. 

  • Procura ver lo bueno que te puede aportar el nuevo país, la nueva cultura.

  • También piensa qué puedes aportar tú a tu nuevo país, a tu comunidad. 

  • Y ante todo, es importante que te tomes el tiempo, que seas paciente, poco a poco las cosas irán cambiando y te sentirás más adaptado en tu nueva vida.

Y si quieres o necesitas acompañamiento durante este proceso, no dudes en ponerte en contacto conmigo

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