Dolor versus sufrimiento
En general tendemos a confundir el dolor con el sufrimiento, por ello es importante distinguir entre ambas cosas, ya que pensamos que el dolor hay que evitarlo para poder ser felices. Pero sentir el dolor que nos puede causar una pérdida o cualquier otro tipo de situación tiene que transitarse. El dolor duele, y es necesario que sea así para poder sanar.
Yo siempre pongo el ejemplo de una herida que te acabas de hacer, si le pones una tirita sin desinfectarla es probable que ésta se cierre un poco pero que no se acabe de curar, esto puede llevar a que en un momento dado la tirita se caiga y entonces esa herida volverá a molestarte, a dolerte. Esto, a fin de cuentas, es tu responsabilidad, ya que no has curado la herida y lo que puedes estar sintiendo después de tanto tiempo es algo que podrías haber evitado si hubieses curado esa herida cuando te la hiciste.
Lo mismo pasa con tu vida en general, si tienes un dolor emocional y lo evitas o lo intentas controlar y no dejas que te duela, lo que estás haciendo es crearte más sufrimiento, ya que tarde o temprano ese dolor puede reaparecer, se puede intensificar o incluso volverse crónico.
A veces, la manera de evitar este dolor puede salir en forma de sustitución, intentando llenar un vacío emocional o evitando sentir. Esto se puede hacer de muchas maneras diferentes: recurriendo a sustancias externas como puede ser el alcohol u otras drogas, comiendo en exceso, teniendo sexo sin control o incluso pasando el tiempo jugando a videojuegos o viendo series. A corto plazo puede que sientas que estás mejor, que lo que sea que te esté pasando de repente duele menos. Pero seguramente, a largo plazo, la situación no haga más que empeorar y te des cuenta de que ese dolor emocional continúa estando allí o que el vacío que quizá sientes cada vez es más grande y necesitas más para poder llenarlo.
El dolor duele y ocurre cuando algo nos hace daño, cuando perdemos a alguien o algo, ¿pero qué puedes hacer para que este dolor no se convierta en sufrimiento? La respuesta es muy sencilla: se trata de que dejes que te duela, que conectes con esa tristeza que puedes estar sintiendo, aunque sea doloroso.
Te propongo un pequeño ejercicio de toma de conciencia del sufrimiento que puedes estar causándote sin darte cuenta. La pregunta es ¿Qué hago que me lleva a crearme sufrimiento?
Durante una semana lleva un pequeño diario del sufrimiento. Anota en una libreta, o en tus notas del móvil cada vez que te des cuenta de que estás intentando evitar una situación, un pensamiento o una emoción que te crea malestar.
Esta toma de conciencia te ayudará a que cada vez que te des cuenta de que vuelves a llevar a cabo una acción para evitar el dolor puedas tomar la decisión de si quieres hacerlo o prefieres dejarte sentir ese dolor para así no caer en el sufrimiento.
Cuanto más consciente seas de todo aquello que haces para evitar el dolor más sencillo te resultará reconocer tu tristeza y no caer en el sufrimiento, es cuestión de práctica.
Y si quieres seguir adentrándote en la toma de conciencia de ti mismo, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Juntos trabajaremos con diferentes técnicas que te puedan ayudar a tomar más conciencia de ti mismo y darte cuenta de qué haces para evitar el dolor, buscando nuevas herramientas para que puedas transitar tu dolor sin caer en el sufrimiento.